Hola hoy quiero compartirles un ejemplo de una escena de 500 palabras con la misma historia pero en dos narraciones distintas; en primera persona y en tercera persona (narrador omnipresente).
Primera Persona
El narrador en primera persona como bien debemos de saber, se basa en el punto de vista del personaje principal, y puede conjugarse en diversos tiempos (pasado, presente) mi segunda novela será en primera persona así que desde ya espero su apoyo y lo pueden leer en wattpad.
Narrar en primera persona implica tomar como eje al personaje principal, nuestro personaje será la voz y también los ojos con que nosotros podamos ver el mundo donde él se encuentra, por ello el personaje debe tener vida propia, debemos recordar que en este tipo de narrativa el autor no puede hablar por su personaje.
Ejemplo:
Un sueño de amor
Primera Persona: Personaje Annie
Escena de romance 500 palabras
Hacia una mañana esplendida de abril con el sol brillante al oeste y un cielo azul claro, no hacia tanto calor, una fina brisa acariciaba mi piel y hacia que mi cabello volara como los flecos de la cola de una cometa.
Yo y Benjamín estábamos allí en la cima de la torre Eiffel contemplando la mágica vista de la ciudad, ¡oh! Paris, la ciudad del amor, no podía creerlo, cerré los ojos y los abrí un par de veces solo para comprobar que no era un sueño entonces Benjamín me dijo:
—Annie relájate y no te preocupes todo es real, aquí estamos tal y como lo habías soñado, me alegra haber venido y ahora solo falta que mi sueño también se haga realidad.
— ¿Y cuál es ese sueño tuyo? — le pregunte con una gran curiosidad.
Benjamín sonrió, pero no se apresuró a hablar, observo por un momento desde el barandal norte la ciudad, yo estaba impaciente, quería saber cuál era el sueño de Benjamín, pero a él le gustaba que yo me desesperará.
Después de algunos segundos Benjamín volteo hacia mí, me miro a los ojos, y muy suavemente me sujeto las manos, de inmediato un toque de nerviosismo recorrió mi cuerpo y entonces él me dijo:
—Annie desde el primer día en que te conocí me enamore de ti y todo este tiempo mi sueño ha sido estar contigo, quiero besarte, quiero saber que nuestro amor es real y quiero ir por el mundo de la mano contigo pues tú eres mi sueño y mi felicidad.
Al oír sus palabras yo me sentí feliz, pues yo también lo amaba desde el primer día que lo vi en la universidad, amo su sonrisa, su mirada firme y su forma tan natural de ver el mundo, yo estaba muy nerviosa pues nunca pensé que Benjamín me declarara su amor en la cima de la Torre Eiffel, las palabras no me salían de la boca, y mis piernas comenzaron a tambalearse.
Benjamín y yo nos tomamos de las manos, el viento chocaba con nuestros cuerpos y nuestro amor quería explotar en felicidad, nos quedamos viendo fijamente a los ojos y poco a poco nuestros labios se juntaron y de pronto una mescla de sentimientos de felicidad y adrenalina recorrieron todo mi cuerpo, en los brazos de Benjamín yo me sentía en la cima del mundo y ya nada podía superar esa felicidad.
Y allí estábamos Benjamín y yo viviendo nuestros sueños en la cima de la torre Eiffel con toda la ciudad de Paris como testigo de nuestro amor en una mañana fresca y maravillosa de abril.
Tercera Persona:
El narrador omnipresente no es un personaje, si no alguien quien ve y cuenta la historia desde afuera, conoce todo acerca del personaje y de los escenarios, este narrador explica a detalle las diferentes acciones y acontecimientos de la historia, en este tipo de narración podemos darnos el lujo de dar saltos en el tiempo y el espacio con respecto a la historia, también podemos jugar con los personajes y darle una dinámica diferente a cada capítulo de nuestra novela.
Aquí les dejo la misma escena pero narrada en tercera persona:
Ejemplo:
Un sueño de amor
Tercera Persona
Escena de romance 500 palabras
Era una mañana muy hermosa de abril, con un cielo azul claro y sin ninguna nube que se asomara para opacar el paisaje, el sol se dejaba ver con todo su brillo por el oeste de la ciudad, el día se sentía muy bien pues no hacia tanto calor, por las calles una fina y fresca brisa de primavera se hacía sentir y con ello el día no podía ser mejor.
Annie una chica veinteañera, soñadora y encantadora, y Benjamín, un chico simpático, bien parecido y también soñador pero algo callado, estaban en la cúspide de la torre Eiffel admirando el hermoso paisaje urbano de la ciudad, las casas, los puentes y todo lo que lograban ver sus ojos en el horizonte azul del cielo parisino.
Annie estaba algo nerviosa y entusiasmada, no podía creer que sus sueños de conocer la ciudad de Paris se estaba cumpliendo, cerraba los ojos y los abría tratando de convencerse así misma de que no era un sueño sino una realidad.
Entonces Benjamín le dijo:
—Annie relájate todo es real, estas aquí conmigo viviendo tu sueños, disfruta tu momento, te lo mereces y ahora solo falta que mi sueño también se haga realidad.
— ¿Cuál es tu sueño? —pregunto ella muy entusiasmada y curiosa de saberlo.
Benjamín elevo su vista hacia el cielo y luego observo la ciudad sin pronunciar palabra alguna, Annie lucia impaciente, el chico suspiro profundamente y luego volteo y fijo su vista en los ojos de Annie al tanto que le sujetaba las manos suavemente.
Con una voz temblorosa de nerviosismo le dijo:
—Annie desde el primer momento en que te conocí supe que tú eras el amor de mi vida, he querido decírtelo pero no me atrevía, pero estando aquí no hay mejor mentó que este para decírtelo, quiero besarte, quiero amarte y quiero ir de la mano por el mundo junto a ti, pues tú eres mi sueño y mi felicidad.
Al oír aquella declaración la chica se sintió muy feliz, pues ella también sentía lo mismo por él desde aquel día en que lo había visto en la universidad, ella amaba su sonrisa, su forma de ver el mundo, su sencillez y calidez humana que mostraba a todos los que conocía. Annie estaba muy nerviosa y no le salían las palabras que quería decir desde el fondo de su corazón, ella estaba tan nerviosa que sus piernas le tambaleaban.
Los dos estaban mirándose fijamente a los ojos, ya no podían fingir sus sentimientos y entonces Benjamín le tomo de las manos y poco a poco ella y él se fundieron en un largo y cálido beso de amor, a ambos una mescla de sentimientos de felicidad y adrenalina recorrieron por sus cuerpos, ya nada podía superar aquella felicidad que Benjamín y Annie estaban experimentando en ese momento mágico en la cima de la torre Eiffel con la ciudad como testigo de ese amor real que la pareja deja ver a todos los turistas, que sin dejar pasar la oportunidad fotografiaban aquella escena de amor en una mañana fresca y hermosa de abril.
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By: Hector Xp