
Editorial: PLAZA & JANES
Año de edición: 2013
Género: Narrativa
ISBN: 9788401354694
Sinopsis
La familia Zucker
es expulsada a finales del siglo XIX de la Rusia zarista por su condición de
judíos. A su llegada a Tierra Santa decide adquirir las tierras de los Ziad,
familia árabe encabezada por Ahmed. Entre éste y Samuel, patriarca de los
Zucker, se creará un fuerte vínculo, una amistad que por encima de las
diferencias religiosas y políticas se perpetuará generación tras generación.
Varsovia, San Petersburgo, Jerusalén, París, Madrid o Toledo son algunos de los
escenarios de esta nueva novela de Julia Navarro. Dispara, yo ya estoy muerto
conforma una historia llena de historias, una gran novela que esconde dentro
muchas novelas, que ofrece un friso histórico que arranca a finales del siglo
XIX y llega hasta 1948.
Reseña
Dispara yo ya estoy muerto gira en torno al contexto
temporal desde finales del siglo XIX hasta 1948. Pasando por lugares
importantes en la historia entre ellos: Rusia y Jerusalén, París, Toledo,
Londres.
Los narradores de la historia son Ezequiel Zucker, hijo de
Samuel Zucker (eje principal de la novela) que entrevistado por Marian, una
colaboradora de una ONG, le irá contando la historia de sus antepasados judíos
A su vez, Marian contará la otra cara de la historia, a partir de los árabes
que vivieron con esa familia. Y así, todos los personajes están conectados y
los podemos ir conociendo desde distintos puntos de vista.
El libro toca el conflicto judío palestino desde el
principio del conflicto, desde el por qué. La autora aborda este tema por medio
de dos sagas familiares (ficticias), una de las cuales es judía y otra árabe.
De esta manera conoceremos los dos puntos de vista, aunque ahonda más en el
punto de vista judío, ya que nos muestra todos los sucesos por los que tuvieron
que pasar desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Se muestra
de una manera bastante directa la política y la sociedad de la época.
Aunque esta parte de la historia de los judíos es la más
conocida, también hay otros sucesos anteriores a este, en los que los judíos
también fueron víctimas, como los pogromos en Rusia durante la época
zarista, y que están narrados de una forma muy realista en la novela.
Comentario
Lo que más me ha gustado del libro, es que contiene una gran
trama además de lo histórico de la novela, y los personajes. Son bastantes
personajes y están muy bien caracterizados. Samuel, Mohamed, Wädi, Kasia,
Marinna, Ezequiel... Todos ellos inolvidables. Al principio, Al ser sagas
familiares, puedes conocer a un personaje prácticamente desde que nace hasta
que muere (en algunos casos). Pero cabe señalar que al estar ambientada en la
época quizá más obscura de aquellos países, y con los conflictos sociales que
se dan desde finales del siglo XIX a mediados del XX, la muerte está a la orden
del día. La Primera y Segunda Guerra Mundial también estarán presentes en la
novela, aunque se vive más la última. Veremos como las tensiones entre judíos y
árabes se van acrecentando, ¿Qué es lo que se disputan?, la tierra, la que cada
uno cree suya.
El libro contiene una gran cantidad de páginas, que a su vez
no se me ha hecho para nada pesada. Me interesaba la historia de estas dos familias, que la
narrativa se hace muy amena y entretenida. Aunque cabe decir que en un punto, a
la mitad del libro, la historia se me ha hecho algo indiferente, ya que la cosa
no avanzaba. Tras pasar este bache todo a fluido y la historia se volvió, si
cabe, más interesante. Y el final... Un final que para nada me esperaba. Me ha
gustado porque me ha sorprendido, aunque esperaba un final más dramático para
mi gusto personal.
Una novela que mezcla el odio, la amistad, la desgracia, la
pobreza y la supervivencia, Oriente próximo, como principal ambientación, y el
conflicto entre árabes y judíos, desde la raíz. Una novela histórica de
las que me gustan, que te mete de lleno en la trama y con la que aprendes
nuevas cosas, como es mi caso.
Frases
“La realidad será lo que seamos
capaces de construir.”
“Hablar es importante, es lo que
nunca deberíamos dejar de hacer. Si árabes y judíos nos esforzamos en
escucharnos, en ponernos en la piel de los demás, las cosas serían más fáciles.”
“—Son los ingleses los que
deberían aprender nuestras lenguas —respondió Miriam. —Jamás se molestarán en
hacerlo. —Por eso nunca llegarán a conocer el alma de los pueblos a los que
quieren dominar.”
“Diré siempre en voz alta lo que
pienso y lo defenderé sin que me importen las consecuencias, aunque eso suponga
quedarme solo. Lo que nunca haré será engañarme ni engañar a los demás.”
“Respeto a los hombres no por
las batallas que hayan podido ganar sino por las causas que defienden.”
“¿Dónde está escrito que tenga
que ser infeliz?”
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